El hotel flotante de Suecia
A lo largo de la historia, el diseño escandinavo siempre se ha identificado por intentar crear una belleza accesible para todos y que mejore nuestra condición de vida.
Fue el responsable de la incorporación de un lenguaje más natural y humano, y aquí, es donde apareció el afamado “diseño orgánico”, inspirándose en la naturaleza que rodea esas regiones tan espectaculares que nos siguen encandilando con su impactante fuerza visual.
Entre sus múltiples iconos arquitectónicos, acaba de abrir el singular hotel Arctic Bath. Una construcción flotante que se asemeja a un nido de pájaros evidenciando que el diseño orgánico está más vivo que nunca.
El nuevo hotel está diseñado por los arquitectos Bertil Harström y Johan Kauppi. Ubicado en las orillas del río Lule, en el norte de Laponia sueca, se está convirtiéndose en una de las atracciones turísticas más emblemáticas de la región.
Recordemos que, Laponia es una provincia histórica en el extremo norte de Suecia, es la llamada «la última zona salvaje del norte de Europa». Donde encontramos paisajes con contrastes imponentes, naturaleza pura y experiencias diferentes dependiendo de la temporada en que se visite.
La construcción está desarrollada con los más altos estándares ambientales (Ver certificación LEED y certificación BREEAM) y usando materiales locales con la intención de tener un mínimo de impacto ambiental.
Se a incorporado la naturaleza circundante en las cabañas y suites. Materiales naturales y sostenibles con una rica historia como la madera, la piedra, el cuero o textiles que armonizan con el diseño escandinavo. ¡Es su perfecto escondite bajo los cielos estrellados!
El hotel Arctic Bath está constituido por una serie de cabañas flotantes en las que se encuentra un edificio principal y otras ubicadas en suelo firme que conforman el amplio complejo.
Las habitaciones flotantes ubicadas en el agua son dobles. Cabinas independientes que tiene una superficie de 24 metros cuadrados habitables y conectadas a la costa por una pasarela flotante.
Son cabañas flotantes en verano y congelada en invierno en el río Lule. Incluye: una cama doble, un baño con ducha, aire acondicionado, un minibar, Wi-Fi, calefacción en el suelo y una caldera con biomasa. Estás pequeñas edificaciones tienen un amplio porche donde los usuarios pueden meditar, tomar el sol o simplemente disfrutar de la impactante naturaleza que le rodea.
Entre las estancias flotantes existe una edificación más grande de forma redonda «el nido» dónde se encuentra el spa y la zona de restauración con una piscina central para que los usuarios del hotel puedan tomar un baño refrescante.
Las cabañas ubicadas en tierra son más grandes y están elevadas sobre el nivel del suelo. Diseñadas para 5 personas y aproximadamente tienen unos 62 metros cuadrados. También disponen de todas las comodidades requeridas en un hotel moderno.
Por último, la estrella del hotel, una suite con doble planta accesible con una escalera de caracol, y, desde luego, como vemos en las imágenes, la decoración escandinava sigue estando muy presente en su interiorismo.
Si queréis más información se puede consultar la página web del hotel Arctic Bath desde aquí. Desconocemos los precios, pero según información y temporada, incluso podemos disfrutar de la aurora boreal. Un lugar para olvidarse de todo y descansar, de verdad.
Por cierto, otra maravilla arquitectónica es el hotel Escher (The Other Place Guilin Litopia) con composiciones del artista Escher que cobran vida en el interior de este peculiar lugar.
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