Los tres regalos eco para el arquitecto «cool»
Definitivamente ya no sabemos que regalar. Y más si nos adentramos en el sector de los regalos para arquitectos, en busca de algún regalo que sorprenda, ecológico y sostenible. Uff! demasiado pedir.
Ya sabemos que el mercado ofrece una gran variedad de «cachibaches» y otros objetos innombrables que podemos comprar y que ya relatamos en el artículo de regalos para arquitectos y aparejadores. Pero ahora toca verlos desde la perspectiva más sostenible.
La estilo neorústico.
Lo neorústico es tendencia, usar materiales naturales manipulándolos con las técnicas más avanzadas para obtener productos con personalidad, más eficientes, más ecológicos y sostenibles está de moda. Así que nos pusimos a ver que nos ofrece el mercado al respecto encontrando una serie de regalos originales para todo aquel creativo y, por qué no decirlo, algo «cool».
Top Ten regalos para arquitectos e ingenieros eco.
La arquitectura y el diseño a través del juego:
El Rigamajig representa un kit de construcción de 263 piezas a gran escala principalmente destinado a los niños, que viene sin instrucciones o directrices. Donde se anima a probar la curiosidad, el aprendizaje de la ingeniería según las aptitudes del manipulador. La creatividad se expande ante el diseño, la arquitectura, el arte y la ciencia, a través del juego.
La idea de este juego es del diseñador industrial Cas Holman Escuela de Diseño (RISD) Rhode. Nos proporciona una colección de tablas, poleas, ruedas, tornillos, tuercas y cuerda, que puede ser usados para construir todo tipo de artilugios que nuestra mente pueda imaginar. Este producto se encuadra claramente en la categoría de cosas que me gustaría haber tenido cuando yo era un niño.
En vez de venir con un manual de instrucciones que describe cómo construir artilugios específicos, el folleto guía viene para profesores, padres y educadores donde se da consejos sobre cómo utilizar mejor Rigamajig ante diferentes situaciones, así como ofrece diferentes «Avisos» para estimular la imaginación de los niños. Las piezas de madera están hechos de madera contrachapada de abedul Báltico certificadas «eco», los tornillos y tuercas están hechas de nylon reciclado, y el kit viene con una garantía limitada de 5 años. Una buena oportunidad para un regalo diferente.
Una bicicleta de madera automontable.
Creo entender que las imágenes ya lo comentan todo. Lo divertido de esta bici es que está planteada como un mecano, como los que teníamos cuando éramos pequeños. Viene presentada en una caja con todas las piezas, incluye un manual de montaje y un kit de herramientas para montarla rápidamente, aparentemente es muy sencillo. Volvemos a otra de las tendencias del momento es volver a los materiales tradicionales y dejar los sintéticos de lado, a no ser que sean totalmente necesario. El diseño se llama Sandwichbike no quería ser menos y nos propone un diseño donde sustituye el cuadro de fibra de carbono por la madera de haya rematada con elementos de aluminio.
En definitiva nos ofrece una forma diferente de entender el concepto de bicicleta sin atender al respeto con el medio ambiente. Todos los materiales disponen de algún tipo de certificado «eco» para garantizar su respeto con el planeta.
La cámara fotográfica favorita
Es el nuevo juguete, o no tan nuevo que entusiasma a todos los modernos del barrio. Una cámara fotografica que te montas en casa y… tienes treinta minutos para minutos para montarla, y el tiempo empieza YA
Después de varios años de obsesión Lomográfica alrededor del mundo, y después también de que Polaroid decidiera recuperar su imperio instantáneo, en Reino Unido la cámara VIDDY está causando verdadera sensación.
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Y aquí os cuento una historia o mejor dicho un estudio que posiblemente no venga mucho con el artículo pero me parece razonado que debemos recordarla.
Unos investigadores se centraron en los antagónicos efectos emocionales que producen la codicia y la generosidad. Y para ello, realizó un experimento sociológico con un grupo muy heterogéneo de seres humanos. El equipo liderado por Loewenstein seleccionó a 60 personas de diferentes edades, sexos, razas y profesiones, las cuales, a su vez, tenían múltiples divergencias en el plano social, cultural, económico, político y religioso.
El primer día los participantes fueron divididos en dos grupos de 30 personas. Todas recibieron 6.000 dólares (unos 4.520 euros). A los miembros del primer grupo se les pidió que en un plazo de dos meses se gastaran el dinero “en regalos a sí mismos”. Y a los integrantes del segundo grupo se les dijo que usaran los 6.000 dólares “en regalos a otras personas”.
Dos meses más tarde se obtuvieron resultados opuestos. La satisfacción de los miembros del primer grupo había durado “relativamente poco”. Según las conclusiones, “tras el placer y la euforia inicial que les proporcionaba comprar, utilizar y poseer determinados bienes de consumo, los participantes enseguida volvían a su estado de ánimo normal”. Con el paso de los días, algunos incluso “empezaban a sentirse más tristes, vacíos y decaídos, por no poder mantener la excitación conseguida con el consumo”.
Por otro lado, los miembros del segundo grupo se habían sentido “mucho más satisfechos y plenos” que los del primer grupo. “El hecho de pensar de qué manera podían utilizar el dinero para beneficiar a los demás, ya era motivo suficiente para que los participantes experimentaran un bienestar interno”.
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Información muy interesante para compartir
Hola. La verdad que los diferentes detalles y obsequios son curiosos para regalar, ya no sólo a un arquitecto, sino a cualquiera!… Un saludo