Una jungla urbana demasiado verde
Todos buscamos esa conexión con la naturaleza y por supuesto, ya hace años, la arquitectura está evolucionando de forma rápida hacia esa tendencia.
El aumento de la conciencia social por respetar el medio ambiente ha cambiado por completo el mercado inmobiliario y la forma en que hoy construimos; edificios con energías renovables, instalaciones más eficientes, más vegetación, árboles y plantas en los edificios, etc. Se exige que todo edificio o construcción llevar la etiqueta «verde».
Obviamente, este cambio de mentalidad está aportando grandes beneficios a todos, pero a veces, no siempre el distintivo de «edificio ecológico» representa una ventaja para los ocupantes de una vivienda.
Nos tenemos que trasladar a la otra punta del mundo, a la ciudad de de Qiyi (China), para ver como un edificio que representaba el icono del mayor bosque vertical de China, se ha convertido en la pesadilla para los pocos inquilinos del edificio.
En 2016 empezó el proyecto Qiyi City Forest Garden. Ocho torres de 36 pisos con espacios comunes y, sobre todo, la promesa de vivir en una jungla urbana; zonas ajardinada por todas partes, desde las zonas comunes, a enormes balcones ajardinados donde la vegetación sería exuberante, convirtiendo cada edificio en un enorme jardín vertical imponente.
A principios de este año, se empezó la venta de viviendas. Según la inmobiliaria del proyecto, en el mes de abril, se vendieron en total 826 apartamentos ¡una locura! En boca de la promotora del proyecto.
Hasta aquí, todo perfecto; la promotora dando saltos, la inmobiliaria que no se lo creía, inversores frotándose las manos, y nuevos usuarios deseosos de vivir en el mayor bosque vertical de China.
Después de algunos meses, no todo es tan bonito. En lugar de un moderno paraíso ecológico que se prometía, ahora, las torres parecen el escenario de una desolada película post apocalíptica. Pero… ¿Qué ha pasado? Pues que los mosquitos también son grandes amantes de las plantas.
Según el periódico estatal Global Times, sólo unas pocas familias se han mudado a vivir directamente al edifico. El resto de viviendas vacías; unas porque son de inversionistas inmobiliarios, y otras, de propietarios que no quieren ir a vivir la «edificio de los mosquitos». Esto, se ha traducido en que nadie cuida las plantas de los balcones (Ver artículo plantas para interior).
Debido a la falta de inquilinos, las plantas situadas en las viviendas no han sido mantenidas por nadie, convirtiéndose en la «casa» perfecta para las plagas mosquitos.
Según los inquilinos… «¡es como vivir en plena selva! Y aunque te sientes atrapado por la naturaleza, es imposible vivir al estar doto el día pendiente de los mosquitos».
¡es como vivir en plena selva! Y aunque te sientes atrapado por la naturaleza, es imposible vivir al estar doto el día pendiente de los mosquitos
De aquí podemos aprender mucho; desde si los ocupantes están dispuestos a invertir su tiempo y dinero en mantener una vegetación exuberante, hasta tener un especial cuidado cuando hablamos de las partes externas de las viviendas, como los balcones o de qué vegetación incluiremos dentro de una vivienda y en qué cuantía, y de las posibles dificultades en mantener plantas dentro de una vivienda privada, por poner ejemplos.
Sin contar con el agua necesaria para el mantenimiento que, sin un sistema adecuado de reutilización y optimización del agua, puede haber muchos problemas. Como curiosidad, en el siguiente artículo explicamos cómo hacer un filtro de agua casero con materiales básicos y ramas de arboles según el MIT ¡casi nada!
Esto es una señal clara que, planificar y proyectar el edificio más verde de una ciudad, debe plantearse con sumo detalle y formularse muchas dudas antes de empezar la construcción. También podemos ver un ejemplo de arquitectura verde desde Italia con un edificio bien planteado o las ventajas del edificio verde.
Si te ha gustado el artículo, puntúa y comparte!