Cuando la cubierta convierte la arquitectura en más útil
Últimamente estamos viendo proyectos de «arquitectura útil«, es decir, y por simplificar, la empresa privada o institución que construye un edificio, pero no solo pensando en ellos, además, quieren una edificación que sea útil para el entorno donde se ubica, que aporte un beneficio palpable a la comunidad.
Dos ejemplos perfectos de esta nueva arquitectura; primero, en el artículo sobre una edificación de una planta incineradora de desechos que produce energía, y, además, incorpora en su cubierta verde una pista de esquí y un rocódromo gigantesco. Y segundo, cuando la edificación está coronada por una pista de ciclismo.
Son construcciones que, además de convertirse en iconos arquitectónicos por su singularidad (normalmente diseñados por grandes estudios de arquitectura) y de cubrir las necesidades de la propia empresa o institución, mejoran el entorno urbano con «juegos» útiles que brindan al vecindario local un nuevo espacio lúdico. Y si tienen suerte, la edificación se convertirá en un nuevo símbolo de la ciudad.
Claramente, donde más podemos percibir este nuevo rasgo de la arquitectura moderna, es en la cubierta de las edificaciones. Y aquí, es donde entra la imaginación de los grandes arquitectos que están rompiendo moldes rediseñando cubiertas.
Nos tenemos que trasladar a la ciudad de Chengdu, en China, para poder ejercitar las piernas sin parar en una pista circular de 698 metros de largo. El proyecto Loop of Wisdom (Bucle de la sabiduría) encarna una edificación atemporal construida sobre una colina que invita a la gente a explorarlo y a convertirlo en parte de su rutina habitual.
El complejo, está diseñada por el estudio de arquitectura Powerhouse Company. Constituye una estructura de dos edificaciones separadas, y, a su vez, unidos por un gran sendero ondulante transitable que conecta y forma la cubierta del proyecto arquitectónico.
«El proyecto Loop of Wisdom muestra cómo el paisaje puede influir en un edificio y cómo el diseño paramétrico puede utilizarse para lograr la simplicidad y la elegancia dentro de una estructura muy compleja», explicó el arquitecto Kempe.
Diseñado como un anillo continuo, la forma de la pasarela es un bucle arquetípico y universal; orgánica y geométrica; enigmática pero reconocible al instante. Aunque el cliente quería inicialmente un edificio temporal, quedaron tan impresionados por la calidad del diseño que decidieron que debía convertirse en un accesorio permanente. Una inicial propuesta efímera, se ha convertido en una estructura duradera e inherentemente sostenible.
La edificación pertenece a la empresa tecnológica Unis Chip City. Donde un edificio se destina a un pequeño museo de la propia empresa y el otro, a recepción y oficinas.
En la atractiva pasarela Loop of Wisdom, se eligió el rojo para el color del techo por el llamativo contraste que hace con el verde exuberante del paisaje. En su punto más alto, la estructura alcanza los 25 metros de altura en relación con el suelo y ofrece a los visitantes una vista espectacular de las montañas de la ciudad.
Según el arquitecto, Nanne de Ru, la idea de crear la superficie ondulada surgió como una forma de hacer que la gente recuerde y explore el complejo de la empresa
La superficie real del tejado está compuesta de tejas de aluminio hechas a medida. Unas 15.000 unidades, cada una con su propio y único perfil y código numérico, formando una piel sin costuras. La pista de senderismo está hecha de asfalto de goma (Ver artículo cómo impermeabilizar terrazas y cubiertas) para que el camino pueda ser utilizado tanto por los corredores como por los caminantes.
En el interior de los dos edificios, se han instalado ventanas de altura completa en los espacios de exposición y oficinas para permitir unas vistas más amplias al parque circundante.
Durante la noche, el espacio está iluminado con luces LED dando la sensación que tenemos ante nosotros una estructura de ondas rojizas que levitan. Y los elementos funcionales, como las canaletas y los pasamanos, están cuidadosamente ocultos a la vista, lo que da como resultado un perfil aerodinámico que realza la simplicidad y las líneas fluidas del bucle.
Todo el complejo que forma el bucle, son alrededor de 5.000 m2, incluyendo el diseño interior y el del paisaje. Tomó menos de un año para completarse desde el diseño hasta la construcción. El diseño en sí mismo pasó del boceto al plano en cuestión de días, gracias al uso de un avanzado software de dibujo paramétrico que estaba vinculado al modelo BIM de los arquitectos.
Al igual que están apareciendo estas nuevas propuestas por cambiar la utilidad tradicional de la techumbre, hay que recordar que las cubiertas ajardinadas están avanzando a pasos de gigante, tanto en técnica como en tecnología, queriendo revitalizar un espacio clásico que en cientos de edificios, está literalmente en desuso.
¡Si te ha gustado el artículo, puntúa y comparte!