La necesidad de compartir viviendas
Durante la próxima década más o menos, nuestras ciudades se hincharán casi inimaginablemente. Para 2030, se espera que la ciudad de Nueva York acoja a unos 20 millones de personas, Shanghai se alce con 31 millones y Tokio, a unos sorprendentes 38. De hecho, para la cuarta década del siglo XXI, el 70 por ciento de la población mundial serán «urbanitas», lo que supone un aumento de algo más del 50% con referencia a la situación actual.
Casi 800 millones de habitantes estarán viviendo en solo 41 megaciudades (Clasificadas con más de 10 millones de habitantes) tal como indica el siguiente gráfico:
Se puede acceder al mismo desde AQUI y ver la evolución pronosticada desde 1950 hasta 2030.
Esta tendencia no sólo está ocurriendo en el mundo desarrollado; se espera que el 90 por ciento del crecimiento de la población urbana se produzca en África y Asia. Sin embargo, no importa dónde ocurra, la rápida urbanización no está exenta de consecuencias.
A medida que un número creciente de personas se mueven en busca de una vida mejor, nuestras ciudades se llenarán de gente. Y a medida que el espacio urbano se vuelve más escaso y aumenta el costo de la vivienda, miles de millones de personas lucharán por encontrar un lugar adecuado y asequible para vivir.
Por qué el mundo está cambiando rápidamente
Queremos hacer una reflexión desde la perspectiva global mostrando los «puntos clave» de unos cambios imparables que nos afectan a todos y que Naciones Unidas no nos para de advertir en sus objetivos de desarrollo sostenible (Más información de los objetivos AQUI).
1.- El urbanismo se aceleran
Para el próximo 2050, el 70% de la población mundial vivirá en ciudades. En 1950, el número era del 30%.
Aquí entrará en juego el indice de ciudades sustentable para ver si realmente estamos haciendo las cosas bien. Podemos consultar AQUI.
La mayoría de nosotros nacimos en un mundo de países, pero para cuando dejemos este planeta, será básicamente un mundo formado por 600 ciudades bastante poderosas. La rápida urbanización de las últimas décadas es sólo el comienzo de una curva de crecimiento cada vez más pronunciada. Para 2050, la proporción de personas que viven en zonas urbanas habrá aumentado al 70 por ciento.
En los próximos 40 años, el volumen de la construcción urbana destinada a vivienda, espacios de trabajo e infraestructura podría casi igualar el volumen total de dicha construcción hasta la fecha.
Nuestros entornos urbanos ya tienen un grave impacto en nuestra salud mental y física, así que… ¿Qué sucede cuando nuestras ciudades se llenen aún más?.
2.- Cambios demográficos
El 41% de la población de la India tiene menos de 20 años (Censo – 2016). En la próxima década, veremos un crecimiento demográfico explosivo en algunos países y una disminución en otros. En el mundo desarrollado, observaremos un envejecimiento de la población y un crecimiento demográfico lento.
Otras sociedades son jóvenes y de rápido crecimiento, lo que tendrá efectos de gran alcance que incluirán nuevos mercados de consumo más amplios, una creciente presión sobre la oferta de recursos críticos y cambios radicales en los objetivos y aspiraciones personales y sociales de las personas.
Habrá que alimentar, alojar, educar y emplear a más personas para que se materialice el potencial productivo.
3.- Cambios políticos y económicos
Se espera que la población mundial aumente en 2.500 millones de personas para 2050, a casi 10.000 millones de personas. Cada vez más, estas personas saldrán de la pobreza y entrarán en la nueva clase mundial de consumidores urbanos.
Durante la última década, hemos visto cambios en el equilibrio del poder económico global de Occidente a Oriente, así como el crecimiento de las clases medias en las economías emergentes, donde los niveles de vida y el poder adquisitivo están mejorando.
Presenciamos una reducción de la pobreza, una mejor atención sanitaria, un mayor nivel educativo, el fortalecimiento de los derechos de las mujeres y el uso generalizado de las nuevas tecnologías de la comunicación.
Como resultado, el empoderamiento individual se acelerará sustancialmente durante los próximos 15 a 20 años, y por supuesto, los negocios estarán en las grandes ciudades.
4.- Falta de recursos naturales
En los próximos 15 años, el mundo necesitará un 50% más de energía, un 40% más de agua potable y un 35% más de alimentos.
En 2030, habrá casi 8.300 millones de personas en el mundo. En combinación con los patrones de consumo de una clase media en expansión, la demanda de recursos crecerá sustancialmente.
Desafortunadamente, es probable que el cambio climático empeore el acceso de muchas personas a estos recursos críticos. Es simple: no podemos seguir el ritmo de consumo a través de los recursos finitos de nuestro planeta. Toda la evidencia sugiere que si continuamos a nuestro ritmo actual, pronto necesitaremos un segundo planeta.
5.- Avances tecnológicos
El número de personas conectadas directa o indirectamente a Internet se acercará pronto al 100% según Scientific American por el CIFS.
El ritmo del cambio tecnológico está aumentando exponencialmente. El flujo perpetuo de ideas e innovaciones crea tecnologías habilitadoras cada vez más poderosas, donde los escenarios de usuarios potenciales están limitados sólo por la imaginación humana.
Efectivamente la tecnología y los datos están afectando a las ciudades tal como mostramos en el artículo de las ciudades y el Big Data.
Cada hora de cada día, los avances en las fronteras de la investigación y el desarrollo, que van desde la inteligencia artificial y los grandes datos hasta la automatización y los nuevos modelos de negocio digitales, están transformando nuestro mundo.
Los avances tecnológicos están teniendo un impacto constante y significativo en el tamaño y la forma de los sectores manufactureros y de alta tecnología del mundo y también están creando industrias completamente nuevas, ofreciendo constantemente nuevas oportunidades tanto para las empresas como para los individuos.
Es mucho más fácil, por ejemplo, el poder acceder a compartir una vivienda con personas afines a uno mismo o poder encontrar nuevas oportunidades de viviendas en compra o alquiler, o nuevas ideas de convivencia.
Y ahora… ¿Qué pasa?
Mientras los anteriores puntos se están desencadenando rápidamente, simplemente no estamos construyendo suficientes viviendas para satisfacer la demanda de forma global. De hecho, para albergar a 10.000 millones de personas, necesitamos construir una ciudad del tamaño de Nueva York cada dos meses durante los próximos 35 años… ¿Es un problema que los políticos o las administraciones están empezando a abordar?
Es difícil imaginar a los gobiernos sin dinero resolviendo la crisis de la vivienda a través de proyectos a gran escala. De modo que… ¿No deberíamos considerar cómo utilizar mejor la infraestructura existente para desarrollar espacios más adecuados para esos nuevos habitantes urbanos en las ciudades? Y si es así…. ¿Podría la convivencia proporcionar una solución?
La imagen anterior pertenece al artículo guía sobre directrices para ciudades sostenibles que necesitamos implementar.
Con la gente normal luchando por encontrar alojamiento asequible, los espacios compartidos – sea viviendas, oficinas…etc – han crecido en popularidad, particularmente en grandes ciudades. Los ejemplos perfectos como París, Londres, Madrid, Barcelona o Nueva York…etc, donde la crisis de vivienda es especialmente aguda.
Así no es de extrañar que The Economist considere que «la convivencia es para los hipsters no para los hippies» o que las empresas reinventan la idea de los compañeros de piso tal como se contaba en el artículo del The Guardian…. «aunque la gente ha vivido con compañeros de piso durante mucho tiempo, lo que estamos haciendo es simplemente tomar esta forma de vida y mejorarla dado que en muchos casos ya no es una opción, es más bien una obligación»
Más allá del factor económico
Sin embargo, no es sólo la falta de viviendas asequibles lo que impulsa a los jóvenes a vivir en común. Muchos buscan un estilo de vida más sociable, sino un antídoto a la soledad. Según un estudio de 2011, el 86 por ciento de la generación del milenio reportaron sentirse solos y deprimidos. (Ver artículo del urbanismo aburrido y cómo afecta a la gente)
Por el 2015, un estudio encontró que los jóvenes de 18-24 años eran cuatro veces más propensos a sentirse solos todo el tiempo, que los mayores de 70 años. Y de acuerdo con la investigación presentada recientemente en la convención anual de la American Psychological Association …»la soledad y el aislamiento social pueden representar un mayor peligro para la salud pública que la obesidad, y su impacto ha estado creciendo y continuará».
Otro tema, es que también hay factores culturales a tener en cuenta. En los países de ingresos bajos y medios, los hogares ocupados por solteros son el grupo de hogares de más rápido crecimiento. Y como en Occidente, los jóvenes – quienes tradicionalmente podrían haber vivido en casa hasta que se casaron – hoy quieren vivir la vida de solteros en la gran ciudad, lejos de su familia. Sin embargo, mucho de estos nuevos urbanitas no quieren vivir solos, ni tampoco en muchos casos, pueden permitírselo.
Y por supuesto, hay otra razón importante por la que tantos millennials han abrazado la convivencia. La suya es una generación que ha crecido compartiendo casi todos los aspectos de su vida a través de los medios sociales, una generación acostumbrada a compartir fotos, gifs, historias, memorias…etc, una generación acostumbrada a los espacios para compartir y trabajar en conjunto.
Parece que la convivencia podría ser la solución a la urbanización, la soledad y la falta de vivienda asequible… ¿Es hora de empezar a compartir?
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