Balones de fútbol para países en desarrollo
Puede ser que el fútbol sea el pasatiempo infantil más popular en todo el mundo, sobre todo, en los países modernos como el deporte estrella. Su infraestructura es simple, un terreno plano, un balón, y unas porterías improvisadas con lo que sea. Y de ahí ¡a jugar!
Aunque comprar o jugar con un balón de fútbol nos parezca un acto simple, barato y de lo más normal. No todo el mundo tiene las mismas oportunidades, y más, si nos trasladamos a países en desarrollo.
Primero, por el precio de la pelota, aunque a nosotros nos pueda parecer barato, en algunos países cuesta más que los ingresos mensuales de una familia.
En segundo, por las dificultades para conseguir un simple balón de fútbol normal, una vez comprado, hincharlo o mantenerlo con un aspecto decente puede suponer un obstáculo titánico. Si ya es difícil conseguir un balón, pues imagínate conseguir una bomba de aire.
Conscientes de la problemática, la empresa de diseño industrial japonesa Nendo junto a los fabricantes tecnológicos de balones Molten, acaban de lanzar el proyecto My Football Kit. Un balón de fútbol no hinchable que tiene la misma sensación de patada, que un balón estándar, y se monta por piezas.
La pelota, en lugar de depender de la presión del aire para mantener su forma, se aprovecha de la resiliencia de su material superficial. Su estructura está inspirada una técnica tradicional japonés de entrelazar las láminas finas de bambú (material fuerte, flexible, elástico y fácil de procesar) con las que se montan cestas y alfombras, denominada Takeami.
La estructura del balón conforma un esqueleto de plástico ensamblado con tres tipos de componentes para un total de 54 piezas, que se cierra fácilmente con un sistema integrado de agujeros.
El esqueleto base de la pelota, es reforzado con más capas que dan forma a los marcos encajables de pentágonos que ayudan a que el balón mantenga su forma al ser pateado.
Los componentes blandos exteriores son con tecnología de polipropileno reciclado y resina sintética elastomérica que no dañan los pies descalzos cuando se está jugando al fútbol.
El poder montar el balón como un «lego» tiene varias ventajas. Si un componente se desprende durante el juego, la estructura de enclavamiento garantiza que el balón no se desarme ni deforme.
Además, se puede seguir utilizando restauran sólo los componentes rotos, logrando que el balón tenga una mayor duración.
Otra de las grandes ventajas de un apelota montada por piezas, es un abaratamiento importante en los traslados y envíos. Con este enfoque al estilo Ikea, 20 balones de Nendo desmontados pueden caber en un espacio de 12 balones de fútbol normales, reduciendo los costes de envío.
No hay que perder de vista que… ¡Son balones pensados para niños! Los componentes están disponibles en varios colores para que los peques pueden hacer sus combinaciones.
Las instrucciones de montaje, están diseñadas como un libro de ilustraciones, representadas en su totalidad con dibujos de fácil comprensión y sin texto, para que cualquier niño del mundo pueda manejarlas.
Si te preguntas por qué nadie ha pensado antes en este problema con tantas ideas de innovación, emprendedor y empresa moderna que hay por el mundo. Pues por lo que hemos encontrado ¡parece que sí! Pero con otro formato de diseño, que, a prior, nos parece menos acertado en diseño.
El proyecto One World Play Project. En este caso, el balón es compacto – no hinchable – y está fabricado con una especie de goma o espuma que los hace más duradero.
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