Casa dentro de un invernadero
En muchos países construir una casa dentro de un invernadero, posiblemente sea una locura. Pero si vives en Noruega, te gusta la jardinería y trabajas en el sector de la arquitectura, igual es buena idea
La arquitecta Margit Klev del estudio Outline Arkitekter diseñó un proyecto familiar innovador: «Hus i Drivhus» (Casa en un Invernadero). Una vivienda que redefine la sostenibilidad y la eficiencia energética en un entorno extremo.
La idea central es simple, pero brillante. Una casa convencional que está envuelta por una estructura de invernadero. Este «escudo climático» protege la vivienda y crea un microclima estable.
La temperatura interior se mantiene constante, se reduce la necesidad de calefacción en invierno y refrigeración en verano, y además, puedes cultivar tus verduras o frutas ¡Todo en uno! Así de simple.
La Casa no solo ofrece confort y ahorro energético, brinda la oportunidad de reconectar con la naturaleza y disfrutar de alimentos frescos cultivados en casa
La edificación combina técnicas de construcción tradicionales noruegas con una estructura de invernadero de más de once metros de alto y una superficie de 380 metros cuadrados, creando una zona climática intermedia.
El invernadero solo es el caparazón, la propia vivienda – aunque comparte alguna estancia común – las principales se construyeron y diseñaron independientemente tanto en cerramientos, aislamientos como en sistema de climatización.
Es más que un edificio, el sistema de ventilación del invernadero y el de la propia casa están diseñados para aprovechar al máximo la luz natural y el aire fresco, reduciendo las necesidades de climatización ¡puro ahorro energético!
Vivir en una casa dentro de un invernadero en Noruega ofrece varias ventajas:
- Posibilidad de cultivar alimentos durante todo el año: Es posible cultivar frutas y verduras que normalmente no crecerían en climas fríos.
- Protección contra las inclemencias del tiempo: La estructura del invernadero protege la casa de la nieve, el viento y otros elementos climáticos adversos.
- Eficiencia energética y ahorro de calor: El invernadero ayuda a mantener una temperatura más cálida dentro de la casa. Incluso en invierno, la temperatura dentro del invernadero puede ser significativamente más cálida que en el exterior.
La temperatura dentro del invernadero puede alcanzar los 20°C, incluso cuando la temperatura exterior es de -5°C.
- Vivir en un espacio mágico: Estar en un espacio de cristal se siente mágico. Se puede ver el cambio durante las estaciones.
- Espacio adicional: El invernadero crea un jardín interior habitable todo el año.
- Sostenibilidad: Reduce tu huella de carbono y contribuye a un futuro más verde.
Una de las características más destacadas de este diseño es su capacidad para crear un microclima estable, protegiendo la vivienda de las inclemencias del tiempo y reduciendo la necesidad de sistemas de calefacción y refrigeración convencionales.
Según la arquitecta … «En Noruega, el frío es intenso. Un invernadero extiende el verano y me permite cultivar todo el año. Así, puedo disfrutar de espacios interiores y exteriores por igual, y disfrutando de la jardinería».
Este proyecto de Outline Arkitekter plantea una pregunta fundamental: ¿podría la «arquitectura de invernadero» ser la clave para un futuro más verde y sostenible en climas extremadamente fríos? La respuesta parece ser un rotundo sí.
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