La necesidad de implicarse ante un reciclaje consciente.
El concepto de “usar y tirar” en realidad es una decadencia del ser humano moderno ante los ojos de la tierra. Supongo que la tierra nos observa como si tuvieras en conjunto el Síndrome de Diógenes, acumulando residuos en su casa. Realidad o no tanto, es verdad que las sociedades modernas, y más las denominadas “urbanas” son las que mayor producción de residuos acaparan. No miremos el ombligo de los países en desarrollo o podres, que es otro tema y que teóricamente deberíamos de darles ejemplo y ayuda, veamos nuestro ombligo.
Pongamos cifras sobre la mesa para ver de qué estamos hablando… ¿Cuántos residuos producimos?
Según un informe de Medio Ambiente – Año 2012 – cada persona genera 1,51 Kg de residuos urbanos por día, que es lo mismo que ¡551 kilogramos de residuos por persona al año!. Los residuos domésticos que suelen generar las personas son:
Comentan las malas lenguas… «en momentos de crisis las bolsas de basura pesan menos», comprensible! Pero otra actitud que se está constatando es que a lo largo de los años el contenido de las bolsas de basura está cambiando, aunque la metería orgánica sigue siendo el mayor peso, el porcentaje de material plástico y electrónico está aumentando de forma considerable con una tendencia muy sospechosa y propiciada por un “consumo irresponsable” donde los bienes a utilizar cada vez son más de un solo uso o de poca calidad y, por lo tanto, baja durabilidad.
Hay que tener en cuenta que los residuos provocan una problemática en conjunto, que no solo afectan al medio ambiente.
Por no decir cuánto los debemos de aguantar hasta su degradación. En el artículo sobre colores en los tipos de reciclaje de basura tenemos toda la información detallada de cómo debemos de reciclar con coherencia.
Hay un punto de inflexión que fascina, es decir, se ha demostrado que un enfoque legislativo, endureciendo leyes…etc. No es efectivo, se debe de abogar más por uno estrategia que fomente la responsabilidad compartida y la participación ciudadana, promoviendo la modificación de ciertos comportamientos y hábitos de consumo para obtener unos resultamos mejores.
Para que tengamos conciencia de lo anteriormente comentado, hay un caso de estudio en particular que sorprenderá a más de un lector. Se le propusieron a 81 municipios catalanes de hasta 200.000 habitantes una acción de prueba en la recogida de basura. 41 municipios la basura era recogida puerta a puerta (En frente de casa de acuerdo con un calendario, cada día de la semana tiene asignado un tipo de residuo y horario establecido por los ayuntamientos) y otros 40 en contenedores.
Para la comparación entre ambos modelos se utilizó el indicador “coste global de gestión por habitante empadronado”, entendido como la suma de los costes de recogida y tratamiento, menos los ingresos (por venta de materiales, aportaciones de sistemas integrados de gestión y retorno del canon sobre el vertido y la incineración de residuos existente en Catalunya).
Coste Global de la gestión = Coste de recogida + Coste de tratamiento – Ingresos.
El puerta a puerta presenta un mayor coste de recogida por habitante, pero esta diferencia queda compensada por un coste de tratamiento menor y unos ingresos mayores en los municipios con este modelo. Desde luego la recogida de residuos puerta a puesta necesita de la implicación y conciencia ciudadana para su logro, la necesidad de un reciclaje consciente, pero es una realidad que puede ser viable y beneficiosa.
Enlaces de interés:
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Excelente, gracias
muy interesante hojala Toda las empresas a nivel mundial practicarán estos servicios para protejer el planeta.