Granjas verticales
Cuando piensas de dónde vienen las verduras y hortalizas, enseguida tienes en la cabeza a ese agricultor con manos fornidas pasando todo el día en el campo. En verdad, la agricultura está dando un vuelco impórtate desde la perspectiva técnica y tecnológica.
Esas verduras que compramos en los supermercados – en su mayoría – son producidas por un agricultor que tiene una tablet conectar a internet y sabe más de manejar tecnología, que nosotros mismos.
Pero entre todas las revoluciones tecnológicas que están cambiando la agricultura tradicional y la forma de trabajar la huerta, las Farmscrapers, es decir, las granjas verticales, es la técnica que con más contundencia puede cambiar la forma de entender el campo.
Y hoy, tenemos la noticia más representativa; Dinamarca producirá 1.000 toneladas de verduras al año con técnicas de agricultura vertical.
Una nueva granja vertical se está construyendo a las afueras de Copenhague en el interior de un edificio con casi 7.000 metros cuadrados. Y, además, funcionará únicamente con energía renovable eólica (Ver artículos sobre por qué los paneles solares funcionan tan bien con los cultivos).
Es más, ya no solo se producirá una cantidad ingente de hortalizas en Dinamarca. Según el artículo de referencia… «Si el planteamiento es correcto, cabe la posibilidad de reducir drásticamente las importaciones de hortalizas desde España, Italia o incluso de Kenia».
Obviamente, y aunque esta sea la primera instalación en Europa para cultivar vegetales y hortalizas en edificios de grandes dimensiones. Estamos ante el primer ladrillo que puede cambiar la afamada frase de «el huerto de Europa está en España».
Estamos ante la primera noticia que puede cambiar la afamada frase de «el huerto de Europa está en España»
La instalación utilizará la técnica de hidroponía: tecnología que cultiva alimentos con poca agua, y no requiere el uso de pesticidas, aportando más valor a unas hortalizas y verduras «más sanas».
Y, aunque no nos demos cuenta, estamos ante un planteamiento similar al de alimentos de Kilometro 0 y de temporada, para aquellos países que no pueden producir unos determinados vegetales, con beneficios palpables ante el cambio climático.
Además, el controlar el crecimiento de las hortalizas dentro de un edificio implica otras ventajas; desde poder controlar a las condiciones ambientales (temperatura, humedad, etc) a menos posibles plagas (las plantas están en un entorno controlado) y menos operarios – agricultores manejando la granja.
Pero… ¿Todo son ventajas? Inicialmente y según algunos expertos, las hortalizas y verduras no tiene la misma calidad, y no siempre el negocio es rentable (hay que tener en cuenta los costes de mantenimiento, tecnológicos y la necesidad de una iluminación semi artificial, son elevados).
Aunque supongo que todo esto será un tema discutible, sí que hay que describir que está granja en Dinamarca está siendo construida por Nordic Harvest (empresa de Dinamarca) y por YesHealth Group, todo un referente tecnológico asiático en la construcción de granjas verticales.
Y si nos centramos en el panorama internacional en busca de la granja vertical más grande del mundo….
La empresa Crop One Holdings de Estados Unidos, está trabajando con Emirat Flight Catering para construir la granja vertical más grande del mundo en Dubái, con una superficie de unos 12.000 Metros cuadrados.
Y no solo se relaciona la agricultura vertical en edificios de grandes dimensiones. También está el «huerto vertical» para supermercados, al estilo de un huerto urbano casero, pero dentro de un supermercado de alimentación para poder comprar y consumir las hortalizas y verduras más frescas.
La imagen anterior es de un supermercado en Alemania que puso de prueba un sistema de agricultura vertical con la ayuda de la empresa INFARM, especializada en tecnología para producir verduras frescas en el propio supermercado.
Según Ray Kurzweil, Director de Ingeniería de Google, «Este año, será la década de la revolución agrícola vertical». Estamos ante una revolución tajante en el sector de la agricultura ¡pues no lo sabemos! Pero lo que sí reconocemos seguro, es que el pequeño agricultor, será el más perjudicado.
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