La nueva ciudad forestal inteligente de México
Todos sabemos que el turismo no siempre convive adecuadamente con la sostenibilidad o el medio ambiente y ejemplo de ello, hay miles de lugares alrededor del mundo.
Los turistas y viajeros empedernidos son cada vez más conscientes de esta problemática y están exigiendo cambios en el concepto turístico para minimizar su impacto. Y aquí, es donde arquitectos, ingenieros, urbanistas y diseñadores están empezando a ver nuevas oportunidades de negocio, nuevos proyectos, que, además, puedes aportar un «equilibrio» entre el turismo masivo y la naturaleza.
México es uno de los países de Latinoamérica más visitados. Un paraíso para los turistas, y la guinda, es la zona de Cancún, donde cada año pasan millones de turistas. Naturaleza, Sol y playas como Delfines, Caracol, etc, o la ruta de los Cenotes empujan propuestas de actividades en cancun para todos los gustos y estados de ánimo donde el turista se siente arropado y el ocio es múltiple, pero dejando un impacto ecológico importante.
Concienciados del problema, el estudio de arquitectura Stefano Boeri Architetti ha propuesto un proyecto bastante interesante, la Smart Forest City. La primera ciudad forestal e inteligente de México que sería integrada en la zona de Cancún.
El objetivo de la Smart Forest City es integrar innovación con la calidad ambiental equilibrando los espacios verdes con las edificaciones creando una ciudad autosuficiente (Ver el concepto de Smart City aquí)
La ciudad es concebida como una economía plenamente circular, autosuficiente en alimentos y energía. Rodeada por un anillo de paneles solares y de campos agrícolas que serán regados por las propias aguas residuales de la ciudad.
La ciudad es concebida como una economía plenamente circular, autosuficiente en alimentos y energía
La nueva urbe podrá acoger, sobre una superficie de 557 ha, 130.000 habitantes, devolviendo a la naturaleza una gran superficie en la que se habría construido una zona comercial.
400 hectáreas de espacios verdes con 7.500.000 plantas (de 400 especies diferentes elegidas cuidadosamente por Laura Gatti, botánica y paisajista) de las cuales 260.000 serán árboles.
Con una proporción de 2,3 árboles por habitante, y el resto compuesto por arbustos y matas, la función de la Smart Forest City es «absorber 116,000 toneladas de dióxido de carbono con 5.800 toneladas de CO2 almacenadas por año». Además de parques públicos, jardines, cubiertas y fachadas verdes que ayudarán a crear un equilibrio con la huella construida.
Otro de los puntos destacables del proyecto es la movilidad urbana. Tenemos que pensar que, entre los turistas y los habitantes de la zona de Cancún, existe un alto tráfico de vehículos en la zona.
Aunque empresas importantes que operan en la zona de alquiler de vehículos como America Car Rental, CarFlex Renta Car, Enterprise, Hertz, Jet Van, etc, que conforman una actividad notable en renta de carros en cancun, se están concienciando e introduciendo el alquiler de coches eléctricos, aún queda mucho por aportar.
Esta nueva ciudad está concebida para tener un sistema de movilidad de vanguardia y sostenible: MIC (Movilidad en Cadena) ha propuesto un sistema de transporte articulado que permite a los residentes y visitantes dejar sus vehículos en las afueras de la ciudad y confiar únicamente en la movilidad interna eléctrica y semiautomática, consiguiendo reducir las emisiones dentro de la ciudad casi a cero.
El agua se considera en el proyecto como un elemento clave: Las aguas residuales producidas en la ciudad serán recicladas y utilizadas para riego y agricultura. En la entrada existirá un gran embalse donde hay una torre de desalinización, desde ahí, será distribuida por diferentes canales a la urbe y, en caso de necesitarlo, al cinturón de campos agrícolas.
Este proyecto representa un nuevo reto para abordar y hacer frente a un turismo más sostenible en un momento que se necesitan ampliar infraestructuras a todas las escalas.
Cómo alguien dijo… «sí necesitamos construir más para crecer, por lo menos deberíamos de hacerlo con coherencia e intentando respetar el medio ambiente». No sabemos si esta es la forma correcta ni la dirección adecuada, pero por lo menos es una vía que empieza a proyectar un nuevo urbanismo y arquitectura más en concordancia con el respeto medioambiental sin fracturar la economía de una zona.
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