Teoría del decrecimiento y sus principios básicos
La industrialización masiva y la desigualdad en la distribución de la riqueza, llevó en los años 70 a diferentes economistas y teóricos a reconocer que mayor producción implica mayor consumo de recursos naturales y menos sostenibilidad.
Por lo tanto, si el consumo supera la capacidad de regeneración de recursos, podría llevar al «agotamiento» del planeta en pocos años. Aquí entra la teoría del decrecimiento para parar esta tendencia.
El precio de este «déficit ecológico» es cada vez más evidente: sequías prolongadas, deforestación, erosión del suelo, pérdida de biodiversidad, contaminación y, especialmente, el cambio climático.
Vivimos como si tuviésemos 1,75 planetas Tierra a nuestra disposición
En realidad, hasta la fecha de hoy, según WWF, vivimos como si tuviésemos 1,75 planetas Tierra a nuestra disposición. Puesto de otra manera, en la actualidad estamos utilizando recursos a un ritmo que requiere disponer de 1,75 planetas, si queremos mantener en harmonía la relación producción-consumo:
Las diferencias son enormes dependiendo de cada país: de los 5,1 de EE.UU, o los 2,8 de España. Desde este mapa podemos ver datos sobre la huella ecológica a nivel mundial y por países. O las gráficas anteriores que las podemos consultar en Earth Overshoot Day.
Qué es la teoría del decrecimiento
La teoría del decrecimiento económico defiende que la sostenibilidad económica es compatible con la preservación de los recursos naturales si se disminuye el consumo de bienes y energía.
«El decrecimiento no es una receta para la pobreza, sino una invitación a repensar nuestras prioridades y construir sociedades más justas y sostenibles.» – Serge Latouche
El concepto de decrecimiento es una alternativa al modelo económico tradicional basado en el crecimiento continuo. En lugar de perseguir un aumento constante del Producto Interior Bruto (PIB), nos propone una disminución planificada y controlada de la producción y el consumo en los países ricos… ¿Por qué?
La finalidad es establecer una nueva relación de equilibrio entre los seres humanos y la naturaleza, crecimiento económico ilimitado está agotando los recursos naturales.
Georgescu-Roegen, fue un pionero de la bioeconomía, y uno de los primeros en alertar sobre los límites del crecimiento económico y cómo estaba afectando al medio ambiente y la ecología.
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Los pilares del Decrecimiento
Un conocido economista francés, Serge Latouche, definió los siguientes criterios básicos de la teoría del decrecimiento:
- Reevaluar los valores individualistas y consumistas y sustituirlos por ideales de cooperación.
- Reconceptualizar el estilo de vida actual.
- Reestructurar los sistemas de producción y las relaciones sociales en función de la nueva escala de valores.
- Relocalizar: se pretende reducir el impacto generado por el transporte intercontinental de mercancías y se simplifica la gestión local de la producción.
- Redistribuir la riqueza.
- Reducir el consumo, simplificar el estilo de vida de los ciudadanos. El Decrecimiento apuesta por una vuelta a lo pequeño y a lo simple, a aquellas herramientas y técnicas adaptadas a las necesidades de uso, fáciles de entender, intercambiables y modificables.
- Reutilizar y reciclar: alargar el tiempo de vida de los productos para evitar el despilfarro. Evitar el diseño de productos obsolescentes.
Decrecimiento no es desarrollo sostenible
No debe relacionarse la teoría del decrecimiento con el concepto de desarrollo sostenible puesto que, dadas las limitaciones de los recursos de la Tierra, sería insostenible que todas las naciones del mundo trataran de alcanzar el nivel de consumo occidental.
Se calcula que actualmente el 20 por ciento de la población del planeta acapara el 85 por ciento de los recursos naturales ¡no es viable! ni sostenible en el tiempo.
Los decrecentistas, por lo tanto, parten de la convicción de que no se trata de incrementar – hasta homogeneizar – el nivel de consumo de los distintos países, sino de aplicar criterios de frugalidad, reducción de la producción y el procesamiento de los recursos. Es el decrecimiento sostenible!
Beneficios del decrecimiento
Los que están a favor del decrecimiento económico en la reducción del consumo argumentan que tiene ventajas palpables:
Reducir el consumo no es un sacrificio, sino una oportunidad para vivir de manera más significativa.
- Mejora de la calidad de vida: Al reducir el estrés y la ansiedad asociados al consumismo, se podría disfrutar de más tiempo libre y mejorar las relaciones sociales
- Reducción de la desigualdad: Una distribución más equitativa de la riqueza y los recursos podría contribuir a crear sociedades más justas y equitativa
- Protección del medio ambiente: Al disminuir la presión sobre los recursos naturales, podría ayudar a mitigar el cambio climático y preservar la biodiversidad.
- Sostenibilidad económica: En lugar de depender del crecimiento infinito, se promueve una economía estable y resiliente que respeta los límites del planeta.
- Fomento de la innovación sostenible: El decrecimiento impulsa la búsqueda de tecnologías y prácticas que minimicen el uso de recursos y el impacto ambiental.
Obsolescencia programada
Se denomina así a la planificación del fin de la vida útil de un producto tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante, de modo que este producto se convierte en inútil o inservible cuando expira dicho periodo de tiempo.
La obsolescencia programada es coherente con el modo de vida consumista y con el crecimiento a toda costa, ya que implica una continua demanda de nuevos bienes, circunstancia que estimula de forma extraordinaria la producción.
Los decrecentistas rechazan la obsolescencia programada, defendiendo el reciclaje y la reutilización.
Críticas recibidas
Puede resumirse el fin último del decrecimiento como “vivir mejor con menos”, pero los detractores de la teoría argumentan que el crecimiento económico genera empleo, mejora la educación y la salud pública y proporciona, en definitiva, mejor calidad de vida.
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Muy interesante, considero que nuestro consumo y huella de agua en esta tierra es importante. Consumir lo necesario, de buena manera, que sea disfrutable y memorable.
Los decrecentistas se olvidan de considerar que además de la producción y el consumo creciente en el sistema capitalista, está el continuo crecimiento demográfico a nivel planetario.
Este crecimiento demográfico forma parte de las tres patas que sostienen el capitalismo: producción, consumo y capital humano que produzca y consuma. Si falla cualquiera de ellos el sistema se cae… Es como una bicicleta que si no das pedales se va al suelo.
No olvidemos que, aunque de forma diferente, cada persona que viene al mundo ocupa espacio, necesita agua y alimentos, genera residuos, necesita desplazarse, contamina, etc.
Desde la época del comercio de esclavos negros entre África y América, donde unos veinte millones de esclavos fueron transportados con violencia para producir y consumir, hasta las actuales migraciones apoyadas por los gobiernos, partidos políticos y ONGs, siempre el fin de las mismas fueron y son el crecimiento económico del sistema capitalista. Así lo aseguraron recientemente el Gobernador del Banco de España aludiendo a el sostenimientos de las pensiones, o el Presidente del ConfeBask aludiendo al mantenimiento del actual nivel económico.
Un tema vidrioso al que habría que meterle el diente.
Entiendo que el decrecimiento no significa «volver a la Edad de Piedra» como algunos podrían pensar, sino repensar el concepto de «progreso» y centrarnos más en el bienestar real de las personas y del planeta. Tiene sentido que, en lugar de explotar cada vez más recursos naturales, busquemos una manera de vivir de forma más sostenible y equitativa. Al final, ¿de qué sirve todo el crecimiento si nos deja sin planeta?
Excelente reflexión Catalina!! Gracias pro estar ahí. Un saludo