Los ladrillos para abejas solitarias
El entorno urbano es agresivo. Tanto para los seres humanos como para la biodiversidad. Encontrar el equilibrio coherente y sostenible, sin perder la esencia de la ciudad y respetando la naturaleza, es un esfuerzo titánico para arquitectos y urbanizadores.
Queremos grandes zonas verdes para poder disfrutar y alimentos frescos de proximidad, o incluso algún huerto en casa o en la azotea. Para conseguir todo esto, necesitamos polinizadores.
Por excelencia, las abejas son grandes polinizadores, y, sobre todo, las abejas solitarias (suelen sólo recolectar polen). Pero, tenemos un problema.
La arquitectura moderna cada vez es más perfecta desde la perspectiva constructiva. Bien para los humanos, malo para los insectos y animales.
Construimos edificios con juntas estancas, sin recovecos, produciendo una dificultad palpable para que otros insectos y animales pueden habitar un entorno edificado, sobre todo, cuando las zonas verdes no son tan voluminosas.
Aquí, es donde entra la empresa inglesa Green & Blue y el proyecto de los BEE BRICKS. Los ladrillos fabricados para proporcionar un hogar a las abejas solitarias sin perder de vista, la estética arquitectónica.
BEE BRICKS: ladrillos diseñados para ofrecer mini hogares a las abejas solitarias
El BEE BRICK, es un ladrillo arquitectónico con medidas estándar que dispone de múltiples orificios de diferentes tamaños ofreciendo un mini hogar para las abejas solitarias.
Recordando que, las abejas solitarias no tienen reina ni miel que proteger, lo que significa que son menos agresivas, si no te dedicas a molestarlas, por supuesto.
EL objetivo de este tipo de ladrillos es poder utilizarlos en edificios o cualquier construcción que esté cercana a una zona verde sin perder; ni la calidad constructiva ni la estética, pero, ayudando a estos pequeños polinizadores.
Si nos pasamos por la web de Green & Blue en realidad tienen diferentes propuestas para ayudar a las abejas, entre otros proyectos de interés para integrar la biodiversidad en la ciudad. Ladrillos, maceteros, postes y otros objetos constructivos que forman una colección bastante interesante y poco convencional.
De hecho, se aprobó una ley de urbanismo en la ciudad de Brighton y Hove (Inglaterra) que exige a los nuevos edificios la inclusión de ladrillos polivalentes que proporcionen cobijo, tanto para las abejas solitarias, como cajas nido para pájaros.
Aunque a prior, esta nueva ley aprobada en Inglaterra pueda parecer un paso importante. Desde la comunidad científica, hay debate tal como se relata en The Guardian.
El debate se centra en sí realmente pueden aportar un beneficio palpable a la biodiversidad o no, y si podrían convertirse en un elemento para atraer ácaros o favorecer propagación de enfermedades.
A falta de más estudios científicos, tal como comenta Dave Goulson en The Guardian, profesor de biología en la Universidad de Sussex…«Posiblemente los agujeros no son lo suficientemente profundos como para ser los hogares ideales para las abejas, pero, probablemente, son mejores que nada».
Obviamente esta no es la única iniciativa para crear ciudades más amables con las abejas. Ya relatamos en otro artículo que Holanda convirtió el techo de 316 paradas de autobús en refugios para abejas ¡genial!
O que incluso puedes tener abejas dentro de casa con un sistema modular diseñado para tal efecto, para disfrutar de ellas, sin que te molesten.
Iniciativas que aportan valor como el proyecto de Abejas en la Ciudad. Un mapeo de colmenas urbanas a nivel internacional y mucho más. Un proyecto que busca ampliar la audiencia original de la apicultura en el núcleo urbano. Aportar conocimiento e intentar educar en este ámbito a todos, desde pequeños a grandes.
Como nota y tal como relata la web Abejas en la Ciudad. En España, se establece por ley, que las colmenas tienen que colocarse a al menos 400 metros centros urbanos y núcleos de población, a 200 metros de carreteras nacionales, a 100 metros de viviendas rurales habitadas y otras instalaciones pecuarias, a 50 metros de carreteras comarcales y a 25 metros de caminos vecinales.
En cualquier caso, hay comunidades autónomas que permiten a los ayuntamientos conceder permisos y establecer la distancia mínima de las colmenas, siempre de forma muy controlada y limitada. Estos casos, son aún muy raros. Igual… ¿Tenemos que empezar a cambiar de mentalidad, no?
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