El impacto ecológico de la industria tabacalera
Todos sabemos que el tabaco es una amenaza para la salud ¡no es nada nuevo! Y hay amplios estudios que lo confirman, pero, poco se ha documentado sobre cómo están afectando la industria del tabaco al medio ambiente.
Qué está pasando con los cultivos, la producción, distribución o los residuos producidos por las grandes tabacaleras… ¿Están teniendo consecuencias medioambientales importantes?
Primero, algunos números para empezar a ver el impacto de la industria del tabaco en el medio ambiente:
Según la OMS, se genera 4,5 billones de colillas en cigarrillos a nivel mundial
- Se utilizan 22.000 millones de toneladas de agua en la producción de tabaco a nivel mundial. Aproximadamente 3,5 veces el volumen de agua del lago Chad.
- 2 millones de toneladas de residuos de envases, en peso, unos 9.433 trenes de mercancías.
- Los árboles talados para dar paso al cultivo del tabaco representan el 5% de la deforestación mundial. Más o menos, la mitad de la superficie de Cabo Verde.
Directamente, la Organización Mundial de la Salud mira a la industria tabacalera por provocar deforestación generalizada, de desviar la producción de alimentos o de agua, y otras tantas barbaridades ante el nuevo informe publicado por la OMS con el título llamativo de «Tobacco: poisoning our planet» (Tabaco: envenenando nuestro planeta).
El documento examina las repercusiones de todo el ciclo de vida de los productos del tabaco; desde el crecimiento de las plantas hasta la fabricación, pasando por el consumo y los residuos.
La siguiente imagen del informe ilustra cómo cada etapa del ciclo de vida del tabaco afecta a varios factores:
En el informe emitido por la OMS hay datos bastante demoledores, y, sobre todo, nos los muestras con números…
Qué efectos ambientales tiene la producción y el consumo de tabaco
1.- Agricultores con deficiente salud y economía
Los agricultores que se dedican al tabaco y sus familias están expuestas a varios riesgos. Hasta el 25 % de los cultivadores de tabaco están afectados por la enfermedad del tabaco verde (intoxicación por nicotina). Sin contar con la exposición al «polvo de tabaco» y los pesticidas químicos que utilizan.
Los agricultores suelen tener acuerdos contractuales con la industria tabacalera. Se ven atrapados en un círculo vicioso de deudas por comprar semillas y productos químicos, cuando en realidad deberían beneficiarse plenamente del lucrativo mercado del tabaco.
2.- Uso intensivo de agroquímicos
El cultivo de tabaco requiere un uso intensivo tanto de recursos, como de pesticidas y fertilizantes. Estos productos químicos pasan al medio acuático contaminando ríos, lagos y fuentes de agua potable.
3.- Agotamiento de recursos hídricos
Un único cigarrillo requiere el uso de casi 3,7 litros de agua a lo largo de su ciclo de vida; desde el cultivo, fabricación, transporte y uso, hasta la eliminación.
Si hacemos números, esto equivale a 15 millones de piscinas olímpicas, o al volumen de agua que vierte el Amazonas en un día. Por no decir que necesita hasta 8 veces más agua que las plantas de tomates y patatas.
4.- Degradación del suelo y deforestaciones
La necesidad de crear espacio para el cultivo del tabaco y obtener madera para el curado provoca deforestaciones importantes.
El cultivo del tabaco representa alrededor del 5% de la deforestación total que se produce en el planeta. Hay que tener en cuenta que cada año se despejan aproximadamente 200.000 hectáreas de suelo para la agricultura y el curado de tabaco.
5.- Emisiones de carbono
El ciclo de vida del tabaco tiene un gran impacto en la energía, agua y otros tantos recursos. En conjunto, estos procesos generan una gran cantidad emisiones de carbono.
Por comparar, se calcula que equivalen a 3 millones de vuelos trasatlánticos ¡una locura! Y recordemos el impacto del papel en el medio ambiente, que también va por el mismo camino.
Huella ambiental del tabaco en la cadena de suministro
1.- Contaminación por envasado y transporte
Se calcula que cada año se fabrican 6 billones de cigarrillos. Se comercializan 300.000 millones de paquetes compuestos de papel que necesitan ser transportados contribuyendo a la contaminación por CO2 (De interés conocer también el impacto ambiental del hormigón).
Además, todos los residuos de cajas y cartones utilizados en la distribución y el envasado de los productos producen unos residuos de al menos 2 millones de toneladas, lo que equivale al peso de 9.433 trenes de mercancías.
2.- Multitud de residuo tóxicos que contaminan todo tipo de agua
Las colillas desechadas en todo el mundo suponen un peligro para el medio ambiente, además producen millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero.
Los filtros también liberan en los ecosistemas nicotina, sustancias químicas que han absorbido y otros metales pesados.
3.- Contaminación del aire
El humo del tabaco contiene tres importantes gases de efecto invernadero (CO2 metano y óxidos nitrosos), además de otros contaminantes atmosféricos.
El humo del tabaco produce una mayor contaminación por partículas que los gases de escape de los motores Diesel. Sin contar con los posibles incendios que se producen por culpa de colillas mal apagadas.
4.- Nuevos residuos electrónicos
La nueva oleada de cigarrillos electrónicos y todos sus componentes representa una importante preocupación medioambiental, sobre todo, la eliminación de los cartuchos y las baterías pertinentes.
Muchos de estos productos son desechables de un solo uso fabricados con materiales no biodegradables y no reciclables que pueden causar daños importantes en el medio ambiente y los ecosistemas.
Resumen del impacto del tabaco en números
El informe de la OMS tiene un cuadro comparador para que podamos comprender mejor el impacto que está teniendo sobre el medio ambiente a nivel mundial:
La industria del tabaco está jugando muy bien su papel con el lavado de cara verde (greenwashing). La mayoría, creemos que sus productos y practicas son sustentables, incluso cuando genera 4,5 billones de colillas en cigarrillos que contaminan el medio ambiente.
Las conclusiones son bastante devastadoras, declaró Ruediger Krech, director de promoción de la salud de la OMS, quien calificó a la industria de «uno de los mayores contaminantes que conocemos».
La OMS insiste en que los países deberían empezar a tomarse más enserio el principio de «quien contamina paga»…. Sería lo justo, ¿no?
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