Pintura termocrómica para fachadas
Un tema que deberías conocer es que la pintura blanca refleja el calor, y el color negro, lo absorbe. Desde una perspectiva de eficiencia energética en edificios, aplicar este concepto, supone un ahorro energético elevado.
¡El color exterior de tu casa, es importante! Pero… ¿Y si la fachada de tu vivienda cambiara de color con el clima? Que cuando hace frío en el exterior, la fachada se oscurece y si hace calor, se vuelve más blanca.
A intentar solucionar esta idea se ha dedicado el diseñador industrial neoyorquino Joe Doucet con su innovadora pintura climáticamente reactiva ¡Y parece que ha tenido éxito!
El diseñador industrial ha desarrollado lo que él llama «pintura adaptativa al clima» que puede cambiar de color según la temperatura exterior.
La pintura termocrómica (cambia de color con la temperatura) no es nueva, pero tiene dos problemas importantes; el primero es el precio, muy elevado, y el segundo, que sus efectos no perduran demasiado en el tiempo.
El diseñador empezó su investigación sobre los efectos del color en la temperatura para su vivienda… «Al notar cómo los colores afectan a la temperatura, imaginé que un edificio ideal cambiaría de color como las hojas según la estación».
A partir de aquí, empezó a fijarse en los «anillos de humor» de los años 90 que funcionan bajo el mismo principio, donde la temperatura influye en el color, pero en este caso, aplicada a la fachada de un edificio.
La fórmula patentada hace que la pintura se vuelva negra si la temperatura exterior es inferior a 77ºF (Fahrenheit a Celsius aproximadamente 25°C) y blanca si supera esa temperatura. Se estima que el uso de esta pintura podría generar un ahorro de energía anual del 20 al 30%.
Se estima que el uso de esta pintura termocrómica podría generar un ahorro de energía anual del 20 al 30%
Esta pintura innovadora podría ser útil no solo para casas o edificios, también para instalaciones industriales, almacenes y en definitiva cualquier superficie susceptible de ser pintada, reduciendo la necesidad de aire acondicionado o calefacción.
Además, la fórmula de la pintura se puede mezclar con otros tintes, así que tendríamos paredes con pintura de colores en casas que se vean más claras en verano y más oscuras en invierno.
El equipo de Doucet utilizó pintura de látex para casas disponible comercialmente como base y luego le mezcló su propia fórmula patentada.
Un desafío importante en el desarrollo fue lograr una fórmula que pudiera mantener la transición del color claro al oscuro sin degradarse, lo que provocaría que la pintura terminará siendo gris.
Las primeras fórmulas se degradaban demasiado rápido. Sin embargo, el equipo finalmente creó una «salsa secreta» que permite que la pintura dure al menos un año sin una degradación significativa, según las pruebas realizadas en el estudio.
Se estima que esta nueva pintura adaptativa al clima costará entre 3 y 5 veces más que una pintura estándar, pero se espera que este coste se recupere rápidamente con el ahorro de energía.
El objetivo de Doucet no es fabricar la pintura, sino licenciar la fórmula a empresas de pintura para que sean ellas quienes la producen y comercialicen.
Tenemos que recordar que hay muchos otros tratamiento de color aplicables a los materiales, es el campo de la cromogenia.
La cromogenia es la propiedad de ciertos materiales para cambiar de color debido a un estímulo externo y dónde el cambio de color puede ser reversible o irreversible.
Es una temática bastante interesante cuyos estudios se han centrado más en el diseño industrial y muy poco en abarcar otras temáticas como el campo de la eficiencia energética o la arquitectura.
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