Por qué la dieta afecta al cambio climático
Somos lo que comemos, afirman algunos expertos, aunque el debate puede llegar mucho más lejos de la simple afirmación que nuestra dieta puede determir el carácter de una persona.
Hemos olvidado que gran parte de las emisiones de carbono existentes en el mundo proviene de la simple carne que comemos, incluso en la conferencia del cambio climático del París COP21 muchos ambientalista afirmaron la falta de un compromiso importante en este aspecto.
Las últimas cifras de un informe emitido por la FAO (Tackling climate change through livestock) afirman que el sector ganadero mundial tiene un papel importante en el cambio climático.
Pero, primero… ¿Qué alimentos tienen un mayor impacto sobre el cambio climático?
Podemos ver la gráfica mejor desde AQUÍ. En realidad, ¿Quieres reducir la huella de carbono de tus alimentos? Concéntrate en lo que comes, no en si la comida es local. Ahí está una de las claves que hemos olvidado.
¿Quieres reducir la huella de carbono de tus alimentos? Concéntrate en lo que comes
Representa la imponen cifra del 14,5 % de todas las emisiones de dióxido de carbono de origen humano. En realidad, es más que todas las emisiones directas del transporte, incluyendo automóviles, aviones y barcos combinados a nivel mundial.
Aunque, en gran medida, el impacto de la dieta ha sido pasado por alto en el debate del cambio climático, un nuevo estudio de World Resources Institute (Shifting Diets for a Sustainable Food Future) destaca que el papel de la dieta es muy importante para alcanzar los objetivos de sostenibilidad necesarios en esta era moderna…
«lo que comemos tiene un profundo impacto en el planeta. En todo el mundo, las personas están aumentando las dietas altas en calorías, carne y productos lácteos, con consecuencias nefastas para la salud del planeta».
El consumo de proteínas supera los requerimientos diarios de la media estimada en todo el planeta, y en mayor medida, en los países desarrollados.
Diversos estudios determinan que según el tipo de dieta que tengamos, las reducciones de los gases de efecto invernadero pueden ser notables en beneficio del cambio climático:
- Si seguimos los hábitos alimenticios según las directrices dietéticas de la Organización Mundial de la Salud, se reducirían sus emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por la ganadería en un 17%. (Informe AQUÍ)
- Si seguimos los hábitos alimenticios de la dieta mediterránea podría generar una reducción del 30% en comparación con lo proyectado para el 2050 en las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por la ganadería. (Informe AQUÍ)
- Si nos pasamos a la dieta vegetariana puede ser capaz de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 50% provocadas por la ganadería. (Informe AQUÍ)
Aunque los modelos varían, todos ellos coincidieron que las reducciones en los productos de origen animal como carne, huevos y productos lácteos, junto con el aumento del consumo de frutas y verduras reduciría las emisiones de nitrógeno y gases de efecto invernadero.
La gente en los países occidentales ricos – a la cabeza EE.UU. – consumen más alimentos de los que necesitan en sus dietas, sobre todo proteínas. Según el informe, las emisiones agrícolas de uso del suelo y gas de efecto invernadero asociadas con la dieta estadounidense, en promedio, son casi el doble que la de la dieta promedio mundial.
La producción de alimentos de origen animal es generalmente, más agresiva en el planeta que los alimentos de origen vegetal.
Al final creemos entender que no se trata de dejar de comer carne, sino más bien de tener una vida sana que conlleva hábitos alimenticios más saludables y que benefician directamente a la salud del planeta.
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