La alternativa al plástico de los residuos pesqueros
Recientemente, la Unión Europea lanzó un comunicado alertando que la cantidad de plásticos y otros residuos están aumentando en nuestros mares y océanos.
En la “guerra” contra los materiales que amenazan los océanos, hay multitud de iniciativas, unas con mayor calado y otras con menor, pero lo que tenemos claro es que su reducción debe de ser una prioridad sabiendo que el plástico tarda unos 700 años en descomponerse (Ver artículo cómo funcionan los contenedores de reciclaje).
Hoy descubrimos que, a igual que los océanos nos alimentan también tienen la solución ante su degradación palpable. Se llama el plástico MarinaTex, y según los expertos, se acaba de encontrar una solución perfecta e innovadora al plástico convencional para un solo uso.
El MarinaTex, es una alternativa plástica compostable hecha de la piel y las escamas de los pescados cuyas proteínas son extraídas y ligadas por algas rojas.
Los residuos de la industria pesquera son abundantes y directamente van al vertedero que, por poner un ejemplo y tener los datos, el Reino Unido y a lo largo de un año, la pesca produce 492.020 toneladas de residuos.
El material innovador inventado por Lucy Hughes (Universidad de Sussex) ha sido galardonado este año por el Premio James Dyson, que premian los diseños innovadores que tiene repercusión en el medio ambiente.
El MarinaTex reúne las capacidades perfectas; es una lámina de material translúcida, flexible y más resistente que el plástico convencional (mayor resistencia a la tracción). Puede biodegradarse completamente en contenedores de reciclaje de alimentos en casa o en compost sin lixiviar con productos químicos tóxicos para el medio ambiente.
Ideal para aplicaciones en embalajes (Plásticos de un solo uso como; bolsa de panadería o todo tipo de empaquetados de alimentos perecederos) dado que es biodegradable y entre seis a cuatro semanas desaparecerá totalmente sin dejar rastro.
El MarinaTex es biodegradable y entre 6 a 4 semanas desaparecerá sin dejar rastro
El plástico tradicional requiere en su fabricación altas temperaturas y combustibles fósiles. Sin embargo, MarinaTex puede fabricarse con temperaturas inferiores a 100 grados, es decir, no requiere ni mucha energía para su producción ni tecnología super avanzada. Como el material utiliza residuos de la industria pesquera, estamos ayudando a cerrar el ciclo de vida (Ver artículo qué es la economía circular).
«No tiene sentido que estemos usando plástico, un material increíblemente duradero, para productos que tienen un ciclo de vida de menos de un día», comenta Hughes.
La investigadora Hughes no es la primera en aprovechar las propiedades plásticas de los desechos de los peces, pero el proyecto lleva a los bioplásticos un paso más allá, perfeccionando el material y mostrando sus múltiples aplicaciones en la vida real.
Recuerda que tenemos dos artículos de interés de esta misma web; Cómo fabricar una máquina para reciclar plástico en casa y cómo consigue Australia reducir el 80% del uso de bolsas de plástico.
El objetivo el objetivo de Europa es garantizar que para finales de 2019 no se consuman más de 90 bolsas livianas por persona y por año. Y en 2025 quieren reducir esta cifra a 40 bolsas. La problemática del plástico en los océanos está siendo imparable:
- El plástico no sólo ensucia las costas, sino que también lastima a los animales marinos que se enredan en trozos más grandes y confunden trozos más pequeños con comida. La ingestión de partículas de plástico puede impedir que digieran los alimentos normales y podría atraer contaminantes químicos tóxicos a sus organismos.
- Los humanos comen plástico a través de la cadena alimenticia. Se desconoce aún cómo afecta esto a nuestra salud.
- Los desechos marinos causan pérdidas económicas a los sectores y comunidades que dependen del mar, pero también a los fabricantes: sólo un 5% del valor de los envases de plástico permanece en la economía; el resto es literalmente vertido, lo que demuestra la necesidad de un enfoque más centrado en el reciclaje y la reutilización de materiales.
Y en realidad, deberíamos de tener un pensamiento global si queremos sobrevivir en la era del consumo de “usar y tirar”.
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